Los datos solos no sirven para nada

El 10 de abril de 1802 el Imperio Británico inició un plan para conseguir información relevante sobre una de sus colonias más importantes, la India. En realidad, los británicos tardaron casi sesenta años en recopilar suficiente información como para presentar The Great Survey of India. Una traducción literal del nombre sería “La Gran Encuesta de la India”, pero puede llevar a confusión. En efecto el Great Survey tenía una parte de encuesta – o de censo, si se prefiere. Sin embargo, también incluía mapas muy precisos para la época, divulgación arqueológica cultural y folclórica, e información extremadamente relevante sobre las distintas etnias y lenguas de la nueva colonia.

The Great Survey es un verdadero hito en la Historia de la Humanidad que promovió grandes hallazgos y nuevos descubrimientos. Una especie de mapa de la India cargado de contenido. Ojalá Stefan Zweig se hubiese acordado de él para su maravillosa obra “Momentos estelares de la humanidad”. Por poner un ejemplo de lo más paradigmático, la altura del monte Everest se calculó por primera vez gracias al Great Survey. Por eso, hablar de una gran encuesta o de un gran mapa – por muy grandes que sean – se queda muy corto para rememorar su verdadera dimensión. Mi traducción, aunque muy libre, se aproximaría más bien a la Gran Base del Conocimiento de la India.

En cualquier caso, el Great Survey sirve para dar una imagen clara de por qué el Imperio Británico fue capaz de dominar a cientos de millones de colonos indios durante dos siglos con un número ciertamente pequeño de hombres. El conocimiento fue, en definitiva, lo que marcó definitivamente la diferencia. Más aún: el afán de conocimiento; los británicos se preocuparon mucho de entender extremadamente bien la verdadera naturaleza de sus colonias, hasta el punto de llegar a tener un conocimiento de la India muy superior al de sus propios habitantes. ¿Es esto realmente posible? En cierto modo sí: un montón de Lores eruditos dan buena fe de que es más que posible.

Los británicos crearon una base de datos enorme sobre todo lo relacionado con la India, un archivo que tardaron más de medio siglo en construir y que obviamente no dejaron de actualizar – ¡sigue en marcha a día de hoy! – pero ¿por qué lo hicieron? ¿Para qué gastar tanta energía en recopilar todo esa información? ¿Para qué desgastarse recorriendo los caminos de un país remoto, escalar montañas que doblan en tamaño a las más grandes de Europa o hacer jugarse la vida a algunos de los mejores hombres del Imperio en la oscuridad de la selva…? Imagínense, hay un dicho en la India que dice que un hombre sólo puede ver a un tigre en libertad una vez en la vida. Pone los pelos de punta.

En el fondo, los británicos crearon el Great Survey con un único propósito: obtener información para poder tomar buenas decisiones. Desde luego, hay otras consideraciones al respecto que también resultan importantes, especialmente la de utilizar esta fuente de conocimiento para dar cierto sentido moral al proyecto colonial… pero lo cierto es que el principal objetivo del Imperio Británico – si no el único – descansaba en usar toda la información acumulada en el Great Survey para tomar las mejores decisiones posibles al servicio de sus propios intereses.

Los colonos, por desgracia, siempre han importado muy poco.

En cualquier caso, es importante volver a repasar ligeramente esta pequeña historia si queremos aplicarla al mundo empresarial – y más concretamente al mundo de la analítica y el marketing digital.  Lo cierto es que, ya ven, el Imperio Británico no se limitó a recopilar datos y más datos: buscó más bien un conocimiento pleno de la India, un conocimiento auténtico y esencial que contemplaba todo: desde lo botánico a lo cultural, desde lo arqueológico a lo social… El Great Survey, lejos de aparecer como una recopilación de datos inconexos (o más bien descontextualizados) se presentó como todo lo contrario: una gran base de datos llena de historia, de detalles y  de verdad. Las cifras y los datos eran todo lo objetivos que podían resultar dadas las circunstancias pero mucho más importante que los propios números era la narrativa (el contexto) que ayudaba a entenderlos.

¿Y saben por qué?

Porque los datos solos no sirven para nada.

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