Resumir el debate sobre Inteligencia Artificial a un sí o no, a si esta es “buena” o “mala”, resulta muy infantil. Lo explica muy bien el gran Yuval Noaḥ Harari en su nuevo libro “Nexus“, que analiza el origen y desarrollo de las redes de información, desde la edad de piedra hasta hoy, y su profundo impacto en nuestras sociedades.
El autor, que alerta sobre los peligros que la Inteligencia Artificial supone (por primera vez el ser humano ha creado una herramienta capaz de crear por sí misma; en ese sentido la IA ni siquiera es una herramienta, es más bien un agente), también aclara que, del mismo modo que valorar si las redes de información son buenas o malas resulta absurdo, lo mismo sucede con la IA.
Las redes de información nos han conducido hasta desastres como Trump, la Generación Ansiosa o el Calentamiento Global …pero también han reducido la mortalidad infantil de un modo inimaginable hasta hace sólo un par de siglos y han impulsado otros miles de hitos más, como este otro ejemplo que también aparece en el nuevo ensayo de Harari: los sistemas de aguas residuales.
Por su naturaleza, la amenaza de la IA es distinta a cualquier otra que hayamos conocido hasta la fecha pero también sus posibilidades lo son… en el fondo, quizá la amenaza que planea sobre nuestras cabezas no sea tanto el de una nueva “voluntad” robótica sino que se resuma, más bien, en la misma pregunta de siempre: el uso bueno o malo que el hombre haga de esta tecnología.
Quizá pensemos de este modo (resumiéndolo todo al uso bueno o malo que seamos capaces de hacer de la IA), porque, como el adicto, no acabamos de creernos del todo lo que está pasando y seguimos convencidos de que “lo tenemos controlado”. Es decir, que no acabamos de creernos las posibilidades (y aún menos las amenazas) reales de la IA. Tal vez seguimos confiando en que vamos a poder controlar esta tecnología (y las que vengan) porque, al fin y al cabo, estamos acostumbrados a mandar sobre todas las cosas desde hace miles de años. Por algo somos el increíble Homo Sapiens, el casi divino Ser Humano.
Nadie sabe lo que pasará en el futuro (por eso se llama futuro), ni siquiera una IA, pero sí es importante imaginarlo porque nuestra idea de futuro es la que condiciona precisamente todo lo que hacemos hoy.
Harari analiza el desarrollo de las redes de información con maestría para anticipar posibles escenarios ante un futuro que, Radio Futura dixit, ahora sí que ya está aquí.
Foto: David Vintiner para The Guardian.