En general, para las pequeñas y medianas empresas, Internet es una buena fuente para conseguir clientes. La aparente (y sólo aparente) democratización de la publicidad en la red (gracias al uso de interfaces muy intuitivas) ha servido también para que muchos pequeños empresarios (la mayoría sin ningún tipo de contacto previo con el mundo de la publicidad digital) se hayan lanzado a crear anuncios social paid “invirtiendo” un poco de dinero.
Muchas veces ocurre también que estos mismos empresarios acaban contratando servicios para sus negocios que realmente no necesitan (como páginas web completamente sobredimensionadas, o muy poco útiles) o que ponen el foco en una red social que puede ser la menos adecuada.
Por ejemplo, invierten algo de dinero en publicidad en Facebook (sin saber muy bien por qué lo hacen) o contratan una página web muy compleja porque creen que es lo que verdaderamente necesitan para adaptarse a la transformación digital. Como no ven resultados, pasan a otra cosa y ahí se acaba su historia de amor digital.
La transformación digital ofrece numerosas oportunidades pero, obviamente y por muchos motivos, no todo el mundo está preparado para abordarla con éxito. Hacer una campaña de publicidad online (por muy sencillo que pueda parecer) esconde un montón de secretos. No todos los empresarios tienen el background necesario para desarrollar una estrategia adecuada de marketing digital. Para diseñarla, primero, ejecutarla, después, y medir sus resultados.
Actúan por pura inercia. Facebook les ha sugerido anunciarse para llegar a un público más amplio y les ha parecido bien.
Lo ideal sería que hubiesen empezado respondiendo a un montón de preguntas. ¿Necesito invertir tiempo y dinero en las redes sociales? ¿Necesito estar en todas las redes sociales? ¿No me interesaría más anunciarme, por ejemplo, en YouTube? ¿Sería adecuado pensar en una estrategia de contenidos más enfocada al medio y largo plazo o lanzarme directamente a pujar por aparecer en las búsquedas de Google que más me interesan? ¿Me vendría bien generar mi propia newsletter?…
No parece que tenga mucho sentido empezar a invertir en publicidad online sin saber qué posibilidades existen realmente en el nuevo paradigma digital, ni cuáles son las que mejor se adaptan a tus necesidades. El coste de oportunidad en estos casos suele ser mucho más importante que la inversión realizada en una campaña que habrá nacido para fracasar.
A muchas Pymes les cuesta dar el paso de hablar con consultorías y ponerse en manos de especialistas. Muchos pequeños y medianos empresarios tienen la sensación de que sencillamente pueden hacerlo ellos mismos, como los Ramones y sus cuatro acordes y sus flequillos y sus pitillos y esa actitud tan Do It Yourself. Pero en realidad no pueden.
Tendemos a imaginar que cualquiera puede llevar el negocio a Internet con cierta facilidad. Y claro que cualquiera puede, pero solo para acabar perdiendo el tiempo, las oportunidades y – por supuesto – el dinero.